domingo, 2 de junio de 2019

Adinerados y humildes


Adinerados y humildes

Nos encontramos en una humilde pension de un barrio Popular de Medellin.  Un joven salió de su casa y se sumergió entre las masas del centro
No se había encontrado con su patrona con suerte en el pasillo.
Su humilde habitación se encontraba bajo el tejado en una antigua pension de 7 pisos. Parecía mas un mueble que una habitación juvenil.  La casera que nos había alquilado los servicios, vivía en un cuarto mas grande del primer piso.  Alrededor quedaban un largo corredor y la cocina. Pero la casera mantenía sus sentidos a cada momento abiertos con los sucesos de la casa.
Nuestro personaje central siempre le tenia desagrado a encontrársela y la mayoría de veces sacaba de el, su expresión mas oscura. Debia mucho a la casera y detestaba encontrársela y que se volviera intensa. Era un ser muy independiente, no le gustaba depender nunca en simples cosas vitales de nadie. Gustaba vivir y residir solo oculto en sus mismos pensamientos.  Su ocasional pobreza algunas veces lo estresaba, pero algunas otras ocasiones amaba la humildad en sus cosas y sus amigos reales.
El joven no aguantaba muchas  humillaciones, había renunciado a todo su trabajo. Y durante varios momentos tenia encuentros muy fuertes con la casera,  por eso buscaba siempre salir sin dejar rastro
Porque tendrán que temer los hombres de una carga mayor que siempre es como la piedra de nuestros zapatos en vida.  Esto nos puede alterar, pero también requiere mucho tiempo de  cuestionamiento.  Muchos no somos practicos mientras nos cuestionamos y eso crea muchas habladurías sobre nuestra pereza. Trato de no pasar con nadie que me critique opuestamente y me incomode por  estos últimos días. Hablo y analizo diferentes puntos de vista. Solitario y en silencio.  Ese deseo es una vivencia ilusoria. Es algo planeado pero por el momento imposible.
Disfrutaba perderme y entretenerme  en el centro.  Recorría ya fuera Palacé en el sector antiguo ,Ayacucho dirección centro o dirección  Enciso por varios hermosos y humildes callejones.  Muchos me distinguían como caminante sin cansancio. Los venteros ambulantes de  frutas , flores y alimentos cercanos al centro de Florez.   Me encantaba verlos socializar.  Algunas veces había en ellos malos olores o mucha gente,  a veces me incomodaba y otras veces no era consciente si lo hacia.  Me detenia a veces a descansar en  la Plaza Boston,  y era un lugar en donde podia ver que diferenciaba la gente pudiente, la obrera y la mas humilde.  El joven al que me refiero mantenía una sonrisa aunque tuviera alegrías o dificultades, tenia el cabello castaño algo rizado, era bien formado.  Delgado y sin mucho musculo.  Sus ojos eran iguales de castaños. Y muy penetrantes.
Se divertía comunicándose.  Cuando podia en público con su mas cercana gente, y cuando no podia internamente mantenían sus profundas internidades un largo dialogo mas que entretenido. Podiamos llamarlo también monologar.  El era consciente que podia comunicarse muy rápida pero originalmente.  Pero también  reconocia que la mayoría de sus diálogos no eran tan atractivos para sus hermosas y apreciadas mujeres.
Salia vestido humilde o miserablemente. Le encantaba usar colores escandalosos. Y que sus cruzados en varios caminos hablaran de esa gran opción.
La vecindad del centro era muy diversa, iglesias, vías amplias, comercio formal y informal. Centros comerciales. Complejos de edificios.  La vecindad de Boston era algo mas comercial y educativa. Abundaban una gran cantidad de diversas actividades comerciales. de espacios verdes. Y diferentes clases sociales de gentes que transitaban este importante sector.
Se encontró un gringo vestido a la Antigua, y le grito hey tu gringo tradicional, regálame esa pinta valiosa . Luego sus mismos vecinos lo miraban fija pero burlonamente. El estaba tan inquieto que pensaba te encontraran, te distinguiras y tendras que responder. Pero con mucho valor siguió su camino.
En su pension, se dio cuenta que el gringo de pintas valiosas y excéntricas a la antigua era vecino suyo. Y se estaba mudando.  El se burlo. La vieja casera  es una usurera, y ya que un extranjero se nos mude. Nos da buen ejemplo de negociar a los demás. Llego el dia que una extraña presencia toco a su puerta.
Naranjo, abreme servicialmente que se que estas ahi, Soy tu antigua compañera Lauria
Lauria y yo fuimos un tiempo amantes. Era una mujer bella pero algo fría y usurera.  La abandone porque mientras nos amábamos mucho  con el tiempo compartimos gastos y mi dinero misteriosamente se quedo en sus bolsillos sin explicación alguna.  No la veía hace mucho pero tenia otra visita que no quería ver.  De iguales términos.  Una mujer hogareña pero igual de usurera la cual era mi casera.  Queria saber si estaba bien. No lo estaba pero tampoco se lo quería transmitir.
Me invito a su casa.  Ella era una anciana, y hasta en su mobiliario lo reflejaba Estaban en un débil estado espejos,mesas y armarios.  Pero la casa estaba limpia gracias a su colaboradora Eliana


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