Adinerados y humildes
Nos encontramos en una humilde pension de un barrio Popular
de Medellin. Un joven salió de su casa y
se sumergió entre las masas del centro
No se había encontrado con su patrona con suerte en el
pasillo.
Su humilde habitación se encontraba bajo el tejado en una
antigua pension de 7 pisos. Parecía mas un mueble que una habitación juvenil. La casera que nos había alquilado los
servicios, vivía en un cuarto mas grande del primer piso. Alrededor quedaban un largo corredor y la
cocina. Pero la casera mantenía sus sentidos a cada momento abiertos con los
sucesos de la casa.
Nuestro personaje central siempre le tenia desagrado a encontrársela
y la mayoría de veces sacaba de el, su expresión mas oscura. Debia mucho a la
casera y detestaba encontrársela y que se volviera intensa. Era un ser muy
independiente, no le gustaba depender nunca en simples cosas vitales de nadie.
Gustaba vivir y residir solo oculto en sus mismos pensamientos. Su ocasional pobreza algunas veces lo
estresaba, pero algunas otras ocasiones amaba la humildad en sus cosas y sus
amigos reales.
El joven no aguantaba muchas humillaciones, había renunciado a todo su
trabajo. Y durante varios momentos tenia encuentros muy fuertes con la
casera, por eso buscaba siempre salir
sin dejar rastro
Porque tendrán que temer los hombres de una carga mayor que
siempre es como la piedra de nuestros zapatos en vida. Esto nos puede alterar, pero también requiere
mucho tiempo de cuestionamiento. Muchos no somos practicos mientras nos
cuestionamos y eso crea muchas habladurías sobre nuestra pereza. Trato de no
pasar con nadie que me critique opuestamente y me incomode por estos últimos días. Hablo y analizo diferentes
puntos de vista. Solitario y en silencio.
Ese deseo es una vivencia ilusoria. Es algo planeado pero por el momento
imposible.
Disfrutaba perderme y entretenerme en el centro.
Recorría ya fuera Palacé en el sector antiguo ,Ayacucho dirección centro
o dirección Enciso por varios hermosos y
humildes callejones. Muchos me distinguían
como caminante sin cansancio. Los venteros ambulantes de frutas , flores y alimentos cercanos al
centro de Florez. Me encantaba verlos
socializar. Algunas veces había en ellos
malos olores o mucha gente, a veces me
incomodaba y otras veces no era consciente si lo hacia. Me detenia a veces a descansar en la Plaza Boston, y era un lugar en donde podia ver que
diferenciaba la gente pudiente, la obrera y la mas humilde. El joven al que me refiero mantenía una
sonrisa aunque tuviera alegrías o dificultades, tenia el cabello castaño algo
rizado, era bien formado. Delgado y sin
mucho musculo. Sus ojos eran iguales de
castaños. Y muy penetrantes.
Se divertía comunicándose.
Cuando podia en público con su mas cercana gente, y cuando no podia
internamente mantenían sus profundas internidades un largo dialogo mas que
entretenido. Podiamos llamarlo también monologar. El era consciente que podia comunicarse muy rápida
pero originalmente. Pero también reconocia que la mayoría de sus diálogos no
eran tan atractivos para sus hermosas y apreciadas mujeres.
Salia vestido humilde o miserablemente. Le encantaba usar
colores escandalosos. Y que sus cruzados en varios caminos hablaran de esa gran
opción.
La vecindad del centro era muy diversa, iglesias, vías amplias,
comercio formal y informal. Centros comerciales. Complejos de edificios. La vecindad de Boston era algo mas comercial
y educativa. Abundaban una gran cantidad de diversas actividades comerciales. de
espacios verdes. Y diferentes clases sociales de gentes que transitaban este
importante sector.
Se encontró un gringo vestido a la Antigua, y le grito hey
tu gringo tradicional, regálame esa pinta valiosa . Luego sus mismos vecinos lo
miraban fija pero burlonamente. El estaba tan inquieto que pensaba te
encontraran, te distinguiras y tendras que responder. Pero con mucho valor siguió
su camino.
En su pension, se dio cuenta que el gringo de pintas
valiosas y excéntricas a la antigua era vecino suyo. Y se estaba mudando. El se burlo. La vieja casera es una usurera, y ya que un extranjero se nos
mude. Nos da buen ejemplo de negociar a los demás. Llego el dia que una extraña
presencia toco a su puerta.
Naranjo, abreme servicialmente que se que estas ahi, Soy tu
antigua compañera Lauria
Lauria y yo fuimos un tiempo amantes. Era una mujer bella
pero algo fría y usurera. La abandone
porque mientras nos amábamos mucho con
el tiempo compartimos gastos y mi dinero misteriosamente se quedo en sus
bolsillos sin explicación alguna. No la veía
hace mucho pero tenia otra visita que no quería ver. De iguales términos. Una mujer hogareña pero igual de usurera la
cual era mi casera. Queria saber si
estaba bien. No lo estaba pero tampoco se lo quería transmitir.
Me invito a su casa.
Ella era una anciana, y hasta en su mobiliario lo reflejaba Estaban en
un débil estado espejos,mesas y armarios.
Pero la casa estaba limpia gracias a su colaboradora Eliana
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